LECCIÓN 1: PROYECTAR DIBUJANDOA pesar del tan extendido hábito de proyectar sin apenas dibujar, se hace patente para cualquier arquitecto que ejerza como tal, la necesidad del dibujo en el proceso de proyecto. Y así dibujaba Mies, con un simple carboncillo. No necesitaba de caros portaminas de diseño de bonita apariencia pero de nula competencia en manos poco virtuosas. El dibujo es el medio imprescindible pero no el fin. Paradoja: mientras gran parte los arquitectos se empeñan en vestir informales y hasta extravagantes, también se afanan por rodearse de finos objetos de diseño para trabajar. Justo lo contrario de lo que nos enseña el maestro alemán.
LECCIÓN 2: LA REPRESENTACIÓN DEL PROYECTOEl objeto de proyecto exige para su domino el uso de representaciones figurativas -dibujo, maqueta o render- que permitan conocer como serán las diferentes partes que lo compondrán y la relación entre éstas.
La composición moderna es abstracta pero la representación del objeto que se ha proyectado es figurativa, y lo más real posible. Así nos lo muestra Mies y cualquier otro de los arquitectos modernos. Un boceto, del que se pasa al plano bien definido gráficamente, a la perspectiva cónica y a la maqueta figurativa. No se emplea la representación abstracta porque no puede mostrar como es verdaderamente el objeto proyectado.
LECCIÓN 3: EL PROYECTO EN CONSTRUCCIÓN
Para llevar al término deseado el objeto proyectado -es decir a su correcta construcción material- es también imprescindible el continuo seguimiento del proceso constructivo a pie de obra, con el objetivo de que la construcción material se corresponda con el proyecto realizado. Teniendo presente que sin un buen conocimiento de las técnicas constructivas a utilizar es imposible proyectar arquitectura de calidad, llega a categoría de despropósito el que un arquitecto piense que lo que no se ha proyectado correctamente sobre el plano se resolverá sin problemas durante el proceso constructivo.
LECCIÓN 4: LA OBRA CONSTRUIDA El objeto de todo proyecto de arquitectura es la construcción formal de un objeto que pueda construirse materialmente. Es decir, el fin del proyecto es el objeto construido no su proceso de elaboración. Por lo tanto es ese objeto proyectado el que debe justificar en sí mismo la razón de su propia existencia, mediante la manifestación de los valores universales que el autor -en el subjetivo proceso de concepción- le ha otorgado. En esta magnífica obra de Mies, exponente de la arquitectura moderna, vemos como se ejemplifica esta idea de arquitectura: en su concepción formal, en su construcción material, en su inserción en el entorno en que se encuentra y en los valores que ostenta como obra de arte.
1946. CASA FARNSWORTH, Plano, EEUU. Arquitecto: Mies van der Rohe